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El mundo necesita de más mujeres “Alfa”

Es erróneo afirmar que hombres y mujeres somos iguales, somos afortunadamente distintos y la mujer Alfa no pretende ser igual al hombre, pretende ser una mejor versión de la mujer que ya es, una mejor versión del conocido “macho Alfa” que lidera con frialdad y un alto sentimiento de “poder”.  Las mujeres Alfa lideran con sabiduría y una gran capacidad de mantener unidos los grupos que la siguen.

El psicólogo Carl Jung nos presentó en sus enseñanzas doce arquetipos de mujer basados en las diosas de la mitología antigua.  Cada arquetipo revela motivos, valores, significados y rasgos de la personalidad de la mujer. Un arquetipo antiguo es un “modelo original” a partir del cual todas las otras personas, objetos o conceptos similares son derivados, copiados, modelados o emulados.

Arquetipos de mujer según Jung:

  1. La mujer cósmica, o la diosa que es una mujer muy espiritual;
  2. La mujer sacerdotisa que busca constantemente su esencia femenina;
  3. La mujer emperadora que encarna la maestra que guía y educa las almas que la siguen;
  4. La mujer profetisa que irradia una apariencia mística y trascendental;
  5. La mujer hada, típicamente femenina que encarna la belleza, la bondad y el amor;
  6. La mujer protectora del hogar;
  7. La mujer artista que es una fuente de inspiración;
  8. La joven-adulta que encarna el equilibrio emocional y relacional;
  9. La mujer-niña, símbolo de inocencia y simplicidad;
  10. La mujer guerrera de naturaleza justa y competitiva;
  11. La mujer fatal, seductora y manipuladora; y finalmente,
  12. La mujer destructiva, materialista y cínica.

Orígenes de la mujeres “Alfa”

En el año 2006, el doctor Dan Kindlon, psicólogo clínico, profesor e investigador del departamento de psiquiatría de “The Harvard Medical School” habla por primera vez del concepto de la mujer “Alfa” en su libro “The Alpha Girls”.

Anteriormente la palabra “Alfa” era atribuida únicamente al género masculino en el reino animal.  En la actualidad, la mujer ocupa espacios importantes y de gran influencia en la sociedad y se desempeña como líder clave en la evolución de la humanidad.  La implicación de la mujer en la sociedad y el cambio de los roles en diferentes espacios sociales, convergen al desbordamiento de la existencia de mujeres Alfa, mujeres con talento, seguras de sí mismas y con objetivos de vida claramente establecidos.  

El doctor Kindlon define la mujer Alfa como:“Mujer talentosa, altamente motivada, que confía en sí misma y que no se encuentra limitada por su sexo; primero se define como persona y luego como mujer.”

Las cualidades de una mujer “Alfa”

Una mujer Alfa se define por su talento de líder empática y su capacidad de reunir a las personas.  Lo podemos ver en escenarios públicos donde cada vez más mujeres brillan y se destacan por su talento y liderazgo.  Las mujeres terminan finalmente por superar hombres que dominaban ciertos campos de la sociedad como la medicina y el mundo de las leyes.    Las mujeres Alfa combinan perfectamente la inteligencia, el coraje y la sensibilidad sin excluir de su personalidad femenina la empatía, la cercanía o el calor humano y su capacidad de comprensión.  

Una mujer Alfa no alega ni discute sin sentido.  Hombres y mujeres buscan una mujer Alfa para recibir su apoyo, guía y aprobación en sus emprendimientos.  La mujer Alfa dirige más no hace todo, ella sabe delegar y confiar en su equipo sin arrastrarlo, pero en cambio desarrollando en él su sentimiento de autonomía y poder.  La mujer Alfa se siente extrovertida en situaciones sociales, es carismática, persuasiva y justa.

El corazón de la mujeres “Alfa”

A nivel sentimental, la mujer Alfa no teme estar sola, su compañero de vida debe estar a su altura, tener un nivel cultural e intelectual igual o superior al suyo, ser capaz de tener conversaciones variadas que despierten su interés y además debe saber formular y defender sus propias opiniones.   

Bien sea en una reunión de negocios, en una fiesta o en una reunión familiar, una mujer Alfa no pasará desapercibida.  Ella atrae la atención de todos con su sola presencia. Y en el mismo orden de ideas, la mujer Alfa rechaza las adulaciones o la intención de otros de rebajarla para exaltar su propia imagen.  Esto no quiere decir que no la puedas halagar. La mujer Alfa aprecia los halagos y el reconocimiento, aunque no depende de ellos.Una mujer Alfa no se deja manipular ni moldear por otros, ella defiende su personalidad, sus opiniones e ideas.  Ella es intrépida, valiente, firme y segura de sí misma. La mujer Alfa no se preocupa, ella se ocupa de las situaciones que se le presentan y asume las consecuencias de sus decisiones.

Así como la mujer Alfa no se deja intimidar por otros, ella no pretende intimidar a los demás, ella se conoce bien y no necesita que otros le reconozcan sus cualidades.  Su más grande rival es ella mismay busca ser cada día mejor de su propia versión.

La mujer Alfa se alimenta de retos y desafíos.  A partir del momento en que encuentra su zona de “confort”, ella se busca un nuevo reto, un nuevo proyecto, un nuevo sueño por construir y asume los riesgos que representa su nuevo emprendimiento.

La gran confianza y seguridad de sí misma, pueden llevar una mujer a ser arrogante.  Si este es tu caso, has dejado de ser mujer Alfa porque la mujer Alfa crece a través de las dificultades, aprende de sus errores y de las personas que la rodean, aprende de las diferentes culturas.  Las mujeres Alfa saben callar y ceder el brillo de las luces del escenario a quien lo merece.

¿Y tú, eres una mujer Alfa?

Bibliografía
Tu es une femme Alpha, si tu possèdes ces 12 caractéristiques
Définition « Alpha », Dictionnaire Larousse
Les femmes alpha, un talent et une motivation qui se font une place dans notre société
Les douze archétypes féminins de base, lequel êtes-vous? 
¿Eres una mujer alfa?

Artículo publicado en www.mamalatinamagazine.com

londonosandra

Je suis Travailleuse Sociale et Médiatrice familiale de l’Université de Montréal et membre de l’Ordre de Travailleurs Sociaux et Thérapeutes Conjugaux et Familiaux du Québec. Depuis 2006, je cumule de l'expérience auprès des familles en difficulté au Centre Jeunesse de Montréal, ainsi qu’auprès des parents en conflit de séparation au Service d’expertise psychosociale et de médiation à la famille au Palais de Justice de Montréal.

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